Bien, decidí hacer esta entrada porque cuando digo que comparto yoga, mucha gente pregunta algo así,: "Ah! entonces eres vegano o vegetariano? Fulanite empezó a hacer yoga y dejó la carne". Así que, se me hizo un buen pretexto para escribir al respecto.
Antes de empezar me gustaría hacer hincapié que antes de hacer algún cambio en tu alimentación te recomiendo consultarlo con un especialista, yo solo comparto mi experiencia de lo que me ha funcionado a mi y a lo que le he puesto mi atención y conciencia durante este proceso.
Como un pequeño preámbulo: Yoga es una disciplina que a través de su práctica, te invita a generar atención y conciencia a cada acción que llevas acabo en tu vida. Es salir de la inercia que la sociedad y el sistema dicta para empezar a fluir a tu ritmo, tomando completa responsabilidad de tu existencia.
Bueno, así fue como todo paso:
Como les compartía en entradas anteriores, mi experiencia en yoga fue muy intuitiva, desde el principio me di cuenta que no podía comer antes de la practica porque cuando ya estaba en clase, sentía que los tacos se me subían hasta la garganta y de regreso. Mi solución fue dejar pasar un poco más de tiempo entre mis horas de práctica y mis hora de comida. La misma practica al hacerte llevar atención hacía tu cuerpo, este se manifiesta y entras en un dialogo con él. Es decir, es más fácil notar cuando algo no te sienta bien.
Con el tiempo y practicando de manera constante, me di cuenta que también había ciertos días en los que, a pesar de no haber comido antes de mi clase me sentía super inflamado y tieso. Otras veces al contrario, me sentía más ligero y dispuesto para la práctica.
El tiempo siguió pasando y es normal que en estos 13 años de hacer yoga tuve mis pausas en la constancia. Pero una vez que practicas la atención y concentración, es difícil que ya no quieras volver a practicarla una y otra vez, así es como algo dentro de mi cuerpo me pedía que regresara a Yoga.
En Ashtanga, la serie de hacemos comúnmente es Yoga Chikitsa, que busca depurar el cuerpo, sanarlo y fortalecerlo. No solo en el aspecto físico, también el mental y elemental. Claro que mi cuerpo una vez que tuvo su espacio para expresarse y yo de escucharlo, la comida fue de lo primero que empecé a cuidar, buscaba esa depuración en mis hábitos. De nada sirve ir a depurarte a tu práctica de Asana, si lo vuelves a llenar de lo mismo otra vez.
En esta depuración de hábitos, hace como cuatro años empecé a sentir un deseo por dejar de comer carne. Mi realidad y mi comunión con mi cuerpo era muy distinta a como cuando empecé en Yoga, aprendí a amar mi cuerpo y a llevarme bien con él desde su funcionamiento interno hasta su reflejo en el exterior, vas conscientemente dignificando tu vida, tu pensar y tu sentir....
Hasta aquí la primera parte.... Besos
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