Bienvenidos todos, aun si le picaste por error
Seguiste leyendo, ¡eso es buena señal! ¿Algo te ha de haber llamado la atención para seguir leyendo, no? Bien, prometo que el contenido de estas líneas tengan algo sustancioso y agradable de leer. Te contaré un poco de cómo así como tu has tenido la curiosidad como para llegar a este blog, ya sea por yoga, por meditación o simplemente porque has estado buscando respuestas a todo aquello que viaja en tu cabeza.
Pues ahi les va, Yoga llego a mi vida mucho antes de que yo fuera consciente de ello, desde chico en mi habitación me pasaba un buen rato sentarme en flor de loto o intentaba hacer 'el arco'. Ya de adolescente veía como en las clases de yoga hacían formas tan interesantes con su cuerpo y quise saber que más podía hacer yo con el mío.
Mi práctica comenzó en un gimnasio local al que iba solamente a levantar pesas, vi la clase de Yoga y decidí apuntarme, mis expectativas iniciales eran las de todos al principio: NINGUNA. No tenía idea de lo que iba a suceder, cómo me iba a sentir, si me iba a doler, o si me iba a quedar hecho un nudo tirado en el piso durante la clase.
Te mentiría si te dijera que recuerdo mi primera clase, fue hace más de 12 años y tampoco sabía la inmensa sabiduría que guardaban esas clases de mi gym loca, ¿quién podría saber que entraría en completa comunión con mi cuerpo y mi espiritualidad en un espacio donde después se daba Zumba y Salsa en línea? Bueno, pues justo porque no importa dónde practiques, siempre y cuando tengas un buen guía (recuerda que no solo los que te cobran mil pesos la hora pueden ser guías de calidad, ni tampoco tiene que ser un Shala con bambúes en las paredes con colibríes volando alrededor de ti).
Mi permanencia en la practica fue porque sentía algo dentro de mí cuando finalizaba la clase, al principio no sabía como interpretarlo y venía de a mi el razonamiento de todos: "es que me relaja". Después vinieron otros motivos más terrenales, me gustaba el profesor, trabajar mi flexibilidad, y que me salieran mejor las posturas que otros compañeros jaja!, lo suficiente para que uno vaya a una clase con regularidad.
Pero mientras más practicaba, más tenía esa sensación al finalizar, hasta que una vez sucedió lo que me hizo un 'junkie' de yoga: Estaba yo acostado en Savasana cuando sentí como entraba un flujo de energía refrescante desde mi coronilla y se iba a cada rincón de mi cuerpo, sentí que el tiempo y espacio no podían contenerme ni lo que estaba experimentando, ¡simplemente hermoso! Un atisbo de realización que yo llamo "te tronó la tacha del Yoga", una vez que mi cuerpo, mente y alma sintieron lo que sintieron, fue imposible dejar yoga, era como un pacto que se había sellado entre mi ser y el cosmos para seguir en la búsqueda de realización.
Pero sin ponernos tan 'locochones' con el relato, me di cuenta como fue transformándose la forma en la veda la vida, en la que me veía a mi mismo y cómo abordaba cada acontecimiento en mi vida. Más adelante hablaré de esto y todos los beneficios a detalle.
Y fueron más de 12 años de camino en los cuales desfilé entre salones, salas, maestros, guías y compañeros. Podía pasar unos meses sin hacer Yoga, pero "el cuerpo me lo pedía" (otra frase famosa entre los yoguis). Y así hasta que hace unos años me vi envuelto en una conversación con un amigo de porqué practicar Yoga era lo mejor que el podía hacer por el mismo, ahí me di cuenta que hablaba con mas pasión que por la Arquitectura, la licenciatura que estudié en la universidad. Para mi la sabiduría que había encontrado en la práctica tenia tanta verdad absoluta que no tuve más remedio que ponerme al servicio para que otras personas con la misma curiosidad que yo pudiera acceder a estos conocimientos.
¿Que si estás listo para Yoga? Déjame decirte que SI, porque todo empieza así, por curiosidad, sin expectativas, con convicciones terrenales. Y no te preocupes por lo que vayas a encontrar, siempre será más de lo que te imaginas.
Comments