La verdad es que yo soy una persona....mmm, dire yo: Muy desenfadada, jaja! así que yo no tengo problemas para tomar nuevos retos sin saber algunas cosas que me hubieran servido en mis comienzos de Yoga. También he notado que mucha gente duda mucho antes de entrar a una clase por mitos, ideas o inseguridades que derivan gran parte de la incertidumbre. Y bien, el más grande conocimiento viene de la experiencia y en esta entrada te voy a contar lo que yo le aconsejaría a mi mejor amigo si me contara que se apuntó a una clase de Yoga.
1 - No comas nada antes de las clases - Suena radical pero al menos te recomendaría que una hora antes de tu práctica no lo hicieras, más allá de la incomodidad que puedas llegar a sentir entrando a las posturas con un huarache de quesillo en el estómago, vas a sentir tu cuerpo más ligero y dispuesto para la práctica, respirarás mejor, y podrás recibir los beneficios que tiene la práctica para ti.
2.- No necesitas ser flexible - Cada cuerpo es distinto y cada uno tiene características específicas, es obvio que gran parte de la flexibilidad viene de la práctica misma, casi todos empezamos igual: sin saber cómo demonios había llegado el brazo del instructor a ese lugar. Pero mientras seas constante y te mantengas atento a tu practica, vas a ampliar tu rango de flexibilidad a niveles que no te imaginas.
3- Cariño, te vas a mover. Yoga no es clase de aerobics, ¡no vas a una clase de ejercicio! Sin embargo si requiere de toda tu atención y energía en todo momento, tanto para entrar y mantenerte en las posturas como para respirar de manera adecuada, así como para que tu concentración se mantenga durante toda la sesión. Y no estoy diciendo que si no tienes condición no puedes hacer Yoga, todo lo contrario, las series de Ashtanga están diseñadas para acondicionar el cuerpo y que permanezca en perfecta salud, de forma que puedas tener un perfecto dominio de él. Lo que si te recomiendo es que procures comer adecuadamente, tomar agua durante el día y descansar bien por las noches. Esto ayudará a que te sientas más dispuesto en tu clase y rindas la sesión completa.
4- Más vale oler a limpio. Siempre hay que procurar nuestra higiene, sobre todo cuando vamos a convivir con más gente. Pero en general en yoga movemos todo el cuerpo para todos lados: extendemos brazos, abrimos piernas, abrimos cadera y es normal que lleguemos a sudar. Por eso un aseo apropiado ayudará a que no desmayes a tus compañeros a lado de ti y ellos también puedas disfrutar la sesión sin problema.
5- Ve al baño antes de tu clase. Lo ideal es que te sientas lo más vacío de tu cuerpo debido al movimiento que va a tener tu cuerpo durante la sesión, ya que no solo involucra músculos y huesos, si no también los órganos internos. Estando más vacío tu cuerpo hará que te sientas más cómodo durante la práctica y puedas poner a detalles más finos de tu percepción corporal, esto sería más complicado si sólo estás pensando en que la clase se termine para correr al baño.
Esos son unos cuántos consejos que ser servirán de gran ayuda, pero el más importante sería que vayas completamente abierto a todo. Abierto a una experiencia nueva en la que puedes llegar a entender tu cuerpo y tu mente, Yoga será para ti el espacio y tiempo en el que puedes permitirte ser tu mismo. Mientras más dispuesta va la gente a clase más fácil llega a percibir los beneficios de la práctica. Así que apúntate a una clase y cuéntame que tal te fue.
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