La idea de esta entrada de blog surgió de una conversación reciente en la que participé. un colega que también imparte yoga compartió lo tedioso que le resulta detenerse en clase por los principiantes, especialmente porque los estilos dinámicos que enseña, requieren un cierto nivel de acondicionamiento físico. Esto es algo que también podemos observar en el Ashtanga Yoga, una práctica que puede ser muy demandante, especialmente para aquellos que nunca han hecho ejercicio.
Comentando este tema con un alumno durante una sesión personalizada, él compartió una perspectiva que resonó profundamente en mí. Señaló que el yoga se ha occidentalizado en muchas partes del mundo, adoptando un enfoque más orientado al fitness que a una práctica integral del ser. Esto ha llevado a que, en ocasiones, se pierda la esencia del yoga como una disciplina que conecta cuerpo, mente y espíritu.
Para mí, el Ashtanga Yoga es una técnica de autodisciplina que acondiciona tanto el cuerpo como la mente, permitiendo que detones tu potencial. Es cierto que requiere ciertas condiciones físicas, pero todos comenzamos desde el principio; no se puede llegar a la primera clase de yoga sabiendo yoga. Tal vez tienes habilidades físicas que facilitan la práctica o experiencias pasadas con la meditación que te ayudan a concentrarte, pero si no has hecho yoga antes, no hay nada parecido. Todos fuimos principiantes alguna vez, por lo que no debemos excluir ni menospreciar a los nuevos practicantes.
En Rou Yoga, me encanta recibir principiantes. Para mí, es un recuerdo constante de lo que viví en mi primera clase de yoga y de cómo, al igual que muchos, no tenía un cuerpo preparado para la práctica. Sé lo que normalmente pasa por sus cabezas durante la clase y los tipos de conflictos internos en los que se pueden sumergir. Por eso, con paciencia y dedicación, procuro que sepan que todos hemos estado en su lugar y que es parte de la belleza del viaje.
El yoga puede ser lo que cada uno elija desde su perspectiva y decidirá qué llevarse de esa experiencia. Puede ser un medio para mejorar la condición física, aliviar el dolor o alcanzar una mayor conciencia y paz interior. Cuando conocemos la esencia del yoga, nos volvemos exploradores, rescatando alguna postura, una secuencia, una frase de nuestro instructor o simplemente disfrutando de nuestro estado meditativo.
En conclusión, más allá de lo que cada uno comparta de Yoga, debemos sostener que el yoga es inclusivo y flexible. Todos empezamos en algún punto, y siempre hay algo nuevo por aprender y descubrir. La auto observación y la aceptación de nuestras limitaciones y fortalezas nos permiten crecer y evolucionar en nuestra práctica, sin importar el nivel en el que estemos.
En Rou Yoga, valoramos y apoyamos a cada practicante en su propio camino. Es por eso que diseñé una clase de Yoga para principiantes en la cual vamos generando una experiencia tranquila y amena, para reconocer tu cuerpo en movimiento y la consciencia que lo habita. Te invito a abrazar tu condición de eterno principiante, a disfrutar de cada paso y a descubrir todo lo que el yoga tiene para ofrecerte. Recuerda que cada clase es una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo y para avanzar en tu camino hacia el bienestar integral.
Namaste!
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